viernes, 25 de enero de 2008

La Seguridad Ciudadana en el Distrito de Comas




Al parecer la implementación de la Seguridad Ciudadana ya no es exclusiva de distritos como San Isidro, Miraflores, San Borja, Surco, etc. sino que también se viene dando en distritos populosos como SJM, SJL, Los Olivos y Comas, siendo bastante necesaria su acción, pues la delincuencia y vandalismo acaban con la tranquilidad y seguridad de los vecinos.
Pero la pregunta es: ¿Realmente están acabando con todos estos problemas de inseguridad? o por el contrario ¿la existencia de estas entidades solo contribuye en el gasto mensual que hacen las Municipalidades?.
Esta fue la interrogante que surgió después de haber vivido una mala experiencia con el Serenazgo de la Municipalidad de Comas, pues hace unos días, me encontraba caminando por la Plaza de Armas de este distrito, y me impresionó observar que las personas que se encontraban haciendo uso de esta plaza fuesen en su mayoría agentes de seguridad, y me refiero a que en horas trabajo la mayoría, por no decir todos, se encontraban descansando en los parques. Eran alrededor de 25 agentes de seguridad, todos reunidos en ese punto, cuando los problemas de inseguridad que vivimos los habitantes de Comas no se encuentran exclusivamente en esa plaza.

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Nuevo Sistema Penal Acusatorio dijo...

¿ALGUIEN SE ACUERDA DE LA POLICIA COMUNITARIA DE TRUJILLO?

Por: Hugo MULLER SOLON (*)
Ex – Defensor del Policía
mullerabogados@hotmail.com


I. Reforma Policial

El cambio de época que ha llegado con el nuevo Gobierno al Perú debe necesariamente influir en las instituciones de la nación y en las reformas que sean pertinentes. Y en el tema de la Seguridad Ciudadana (tema central de la agenda pública en estos tiempos), se requiere urgentemente una convocatoria a la transformación institucional de la Policía Nacional del Perú (PNP). La Policía Nacional nació para establecer lazos de solidaridad con la comunidad, y esa es precisamente la función y la dinámica que hoy se debe impulsar a través de la implementación del Servicio de Patrullaje de Policía Comunitaria, alternativa que viene siendo utilizada exitosamente por muchos países en el mundo, para contener el implacable avance de la delincuencia y de los factores que facilitan su desarrollo; sin embargo a la luz de las experiencias internacionales, la Policía Nacional del Perú resulta siendo la única organización policial en América del Sur que no cuenta con Unidades de Patrullaje de Policía Comunitaria.


II. Experiencias Internacionales de Seguridad Ciudadana

Las políticas de Seguridad Ciudadana más actualizadas y exitosas que se vienen aplicando en todo el mundo, se caracterizan por su carácter integral, es decir, adecuadas para enfrentar el fenómeno de la delincuencia y la violencia mediante acciones preventivas que abarcan lo social, educacional, y lo urbanístico, así como el accionar policial preventivo - proactivo, represivo y el trabajo judicial y del Ministerio Público. Asimismo, dan importancia relevante a la participación de la comunidad en alianza estratégica con los Gobiernos Locales, con las autoridades en general y con las fuerzas vivas de la comunidad. Todo esto, se viene logrando de manera integral y sistémica con la intervención especializada de la Policía Comunitaria.


III. La Policía Comunitaria una necesidad

En estos tiempos, el cambio de estrategia por parte de la Policía Nacional para poder combatir el delito, es complementar su trabajo reactivo y represivo, con un sistema preventivo - proactivo en alianza con la comunidad y las autoridades locales, para lo cual se hace imprescindible y necesaria la creación oficial de la Policía Comunitaria (actualmente – increíblemente - no existe en la Policía Nacional ninguna Unidad Policial especializada destinada específicamente a la prevención del delito). Se trata de especializar en el siglo XXI a los elementos de la Policía Nacional a través de este importante componente de la reforma policial, para que aquellos policías que resulten seleccionados y luego de ser debidamente capacitados y entrenados en modelos de trabajo de Policía Comunitaria, puedan conformar Unidades de Patrullaje de Policía Comunitaria especializados en la prevención proactiva del delito desplazándose a pie o en motocicletas, para hacerse cargo de la seguridad y vigilancia de los barrios a donde sean asignados, bajo un esquema de trabajo policial totalmente diferente al modelo tradicional.

Pero no es fácil llegar a la Policía Comunitaria, existe todo un proceso de cambio por recorrer, que pasa desde la selección del personal, el perfil, la capacitación, el estudio de la zona de trabajo, el equipamiento, los primeros contactos con la comunidad, las alianzas estratégicas, las redes de apoyo, la selección de programas definidos, los sistemas de evaluación de resultados, etc. , pero sobre todo la decisión policial para lograr un cambio de cultura organizacional, descentralización del servicio policial y el apoyo total a esta nueva modalidad del servicio policial. El policía comunitario es un agente policial de nuevo tipo.


IV. ¿Alguien se acuerda de la Policía Comunitaria de Trujillo?

La Policía Comunitaria, no es un contexto nuevo ni desconocido para la Policía Nacional del Perú, es una experiencia internacional que ya se puso en práctica en el Perú como Proyecto Piloto, durante los años 2003 – 2005 organizada y liderada por el Coronel PNP Hugo Muller Solòn al mando de 65 Policías Comunitarios. ¿Alguien se acuerda de la Policía Comunitaria de Trujillo? La Policía Comunitaria descentralizó la toma de decisiones de los mandos policiales a nivel de funcionarios locales (Comisarios), tomando en cuenta la opinión de los vecinos para la determinación de sus estrategias (Plan de Barrio) y enfrentando de manera proactiva los problemas de inseguridad, desarrollando una serie de Programas de Prevención Social y Prevención Situacional frente al delito, entre ellos recordamos: Cuadras Solidarias, Vecinos Vigilantes, Escuelas de Seguridad Ciudadana, Juntas Vecinales de Seguridad Ciudadana, Integración Familiar, Conversando con los Vecinos, Infractores Potenciales, Victimas Potenciales, Rescatando Valores, Aprender Jugando, Acción Cívica, Comunidad Segura, Observatorio de Seguridad Ciudadana, entre otros. Es decir, se trató de tener una Policía Comunitaria que se involucrara en la vida comunitaria de los barrios de la ciudad, y que desde adentro de esa vida comunal pudiera resguardar la seguridad ciudadana, como lo hizo en su oportunidad durante los años 2003 – 2005 en que cada uno de los 55 Territorios Vecinales de la ciudad de Trujillo, llegaron a tener sus respectivos Policías Comunitarios totalmente identificados con su comunidad. Lamentablemente la propia Policía Nacional del Perú no valoró el esfuerzo de esta exitosa experiencia y dos años después de haber iniciado sus funciones, el actual Director General de la Policía Nacional del Perú (General de Policía Octavio Salazar Miranda), la desactivó para priorizar el trabajo policial reactivo – represivo, conforme se viene aplicando hasta la fecha. Al año 2008, no existe en el Perú ninguna Unidad o Proyecto Piloto de Policía Comunitaria.

V. La Hora de la Policía Comunitaria ha llegado.

Este modelo de accionar policial, que representa un fuerte avance en las relaciones comunidad – autoridad local - policía y que conjuga adecuadamente la prevención del delito, con el trabajo reactivo y represivo que realiza la policía frente a la inseguridad ciudadana, tiene que convertirse en una realidad nacional.

El PERU demanda una Policía Nacional que comprenda junto a su rol histórico de combatir el delito, el respeto irrestricto a los derechos humanos y a los derechos de la niñez, pero que además se convierta en garante de los derechos y libertades ciudadanas de las personas, es decir del derecho a transitar con tranquilidad, a mejorar su calidad de vida, a tener paz y tranquilidad en sus barrios, a tener una convivencia pacifica con sus vecinos, a sentirse seguro en sus casas y en sus centros de trabajo. La Policía Comunitaria, entendida como un Servicio de Patrullaje proactivo trabaja en todos estos aspectos y además propicia generar Cultura de Seguridad Ciudadana, para que cada ciudadano sea consciente del rol que le corresponde en la sociedad para mejorar los niveles de seguridad y convivencia pacifica. La Policía Comunitaria trabaja en la comunidad, con la comunidad y por la comunidad. La hora de la Policía Comunitaria no debe seguir haciéndose esperar, la hora de la Policía Comunitaria ya ha llegado.


(*) Ex – Defensor del Policía (2005 – 2006). Abogado en ejercicio. Estando en servicio activo en la PNP con el Grado de Coronel PNP fue autor y director del Proyecto “POLICIA COMUNITARIA” de la ciudad de Trujillo – PERU (2003 – 2005), única experiencia de este tipo realizada en el Perú hasta la fecha.

Nuevo Sistema Penal Acusatorio dijo...

“EL PATRULLERO DE MI BARRIO”, LA TEORIA DE LA “VENTANAS ROTAS” Y LA “TOLERANCIA CERO”.
Son respuestas a la inseguridad ciudadana que no garantizan eficacia en sus resultados

Por:
Enrique Hugo Muller Solòn
Abogado
Ex – Defensor del Policía (2005 – 2006)
mullerabogados@hotmail.com

El problema de la inseguridad en el PERU, viene provocando, entre otros muchos efectos, la elaboración y aplicación improvisada y difusa de estrategias ministeriales, policiales y de gobiernos locales, intentando cada una de ellas dar una respuesta inmediata a la comunidad que clama con justicia mayor Seguridad Ciudadana. Los últimos treinta años, en los cuales el problema de la inseguridad pública se ha instalado con tenebrosa solidez, han sido testigos de innumerables “programas” antidelictivos con resultados ciertamente desiguales en lo que se refiere a su eficacia. Todas pretenden prevenir y reducir la frecuencia o limitar la posibilidad de aparición de actividades criminales haciéndolas imposibles, más difíciles o menos probables, pero ninguna de ellas responde a un estudio de investigación serio, basado en experiencias anteriores, proyectos pilotos, medidores de gestiòn, u otra forma de garantizar su evaluación, sus resultados, su permanencia y su consolidación. Los expertos internacionales en temas de Seguridad Ciudadana, han integrado todos estos esfuerzos por mejorar la situación de criminalidad existente y que es común a todos los países de la región en cuatro grandes modelos internacionales de Seguridad Ciudadana.

El primero de ellos se ha denominado de Prevención Social del Delito. Según esta corriente, la acción criminal florece a partir de un conjunto de factores anteriores a su perpetración, por lo que es necesario disminuir las tendencias criminales de la población considerada de riesgo orientada a interrumpir la carrera delictiva.

El segundo modelo es el denominado “Prevención Situacional del Delito”. Supone el hecho de que los delincuentes no sólo requieren motivaciones sino también de una oportunidad respecto de la selección de blancos alcanzables que están en un momento concreto sin vigilancia o control social. Por lo tanto, si se trabaja consecuentemente sobre los mecanismos de control, será posible disminuir las conductas criminales en acto o en potencia, pues se han reducido las oportunidades para que ésta se manifieste.

El tercer modelo, es el que se denomina “Prevención Multi - agenciada del Delito”. Se sustenta en el concepto de "responsabilidad ciudadana" para la prevención y disminución del crimen, basado en compromiso de diferentes agentes sociales en procesos descentralizados que logren superar el verticalismo estatal, a través de la conformación de Consejos o Comités de Seguridad Ciudadana.

El cuarto modelo corresponde a la llamada “Prevención Comunitaria del Delito”, el cual surge como una posible alternativa viable en medio del debate en torno al eje articulador de las estrategias contra la delincuencia. En es rubro encontramos las teorías de la “Tolerancia Cero” y de “Las ventanas rotas”

Dicho esto, y haciendo uso de mi derecho constitucional de libertad de opinión y en mi condición de ex – Defensor del Policía, puedo decir que todo parece ser que la inseguridad ciudadana seguirá siendo un problema creciente en el Perú, porque se siguen ensayando “Programas” carentes de sustento técnico, en algunos casos tratando de imitar experiencias internacionales, pero sin el soporte ni la infraestructura humana que le corresponde, porque ningún nuevo esquema de trabajo tendrá éxito, si no tenemos en cuenta al Policía, al profesional de la seguridad ciudadana, al experto, a la persona que llevará adelante estas nuevas estrategias; es el caso que el Señor Ministro del Interior Luis Alva Castro y el Señor Director General de la Policía Nacional del Perú Octavio Salazar Miranda, nos han anunciado como novedad para mejorar los niveles de seguridad ciudadana y reducir en 10% los niveles del índice de delitos cometidos en los tres primeros meses de implementado el “lanzamiento” del programa “El Patrullero de Mi Barrio” http://www.mininter.gob.pe/noticias/noticia.php?C_WC1Page=6&cat=1&sub=0&web=4427, estrategia policial que no es ninguna novedad en el Sector Interior ni en la Policía Nacional del Perú, porque este anuncio también lo hizo en su oportunidad el entonces Ministro del Interior Rómulo Pizarro Tomasio, noticia difundida el 24 de Febrero del 2006 en la Web del “Regional de Piura”, http://elregionalpiura.com.pe/archivonoticias2006/febrero_2006/febrero_24/regionales_24f.htm, y desde entonces a la fecha, la situación de inseguridad en el país es cada vez mayor.

Programas como “El Patrullero de Mi Barrio” (copia incompleta del modelo internacional de POLICIA COMUNITARIA que por alguna razón no se le quiere presentar con el nombre que se le reconoce internacionalmente), la aplicación de las estrategias de las “ventanas rotas” o de “tolerancia cero” requieren en primer lugar antes de ser aplicado una total transformación gerencial de la policía que va a administrar y llevar adelante esta estrategia. El cambio de orientación de lo reactivo a lo proactivo, el acercamiento con las comunidades, el uso eficiente de la tecnología y la rendición de cuentas, no es un tema que puede estar ajeno a la ejecución de este Programa. No es fácil llegar a ser un Policía Proactivo, existe todo un proceso de cambio por recorrer, que pasa desde la selección del personal, el perfil, la capacitación, el estudio de la zona de trabajo, el equipamiento, los primeros contactos con la comunidad, las alianzas estratégicas, las redes de apoyo, la selección de programas definidos, la metodología a emplear, los sistemas de evaluación de resultados, etc. , pero sobre todo la decisión policial para lograr un cambio de cultura organizacional, descentralización del servicio policial y el apoyo total a esta nueva modalidad del servicio policial. El “Patrullero de mi Barrio” o “policía comunitaria” requiere contar necesariamente con agentes policiales de nuevo tipo.

Este modelo de accionar policial proactivo, que representa un fuerte avance en las relaciones comunidad – autoridad local - policía y que conjuga adecuadamente la prevención del delito, con el trabajo reactivo y represivo que realiza la policía frente a la inseguridad ciudadana, tiene que convertirse en una realidad nacional pero no de manera improvisada, ni haciendo anuncios que de alguna manera pareciera que solamente pretenden mejorar la imagen del Sector Interior frente al incontenible avance de la criminalidad. El PERU demanda una Policía Nacional que comprenda junto a su rol histórico de combatir el delito, el respeto irrestricto a los derechos humanos y a los derechos de la niñez, pero que además se convierta en garante de los derechos y libertades ciudadanas de las personas, es decir del derecho a transitar con tranquilidad, a mejorar su calidad de vida, a tener paz y tranquilidad en sus barrios, a tener una convivencia pacifica con sus vecinos, a sentirse seguro en sus casas y en sus centros de trabajo.

La Policía Comunitaria o si se le quiere llamar “El Patrullero de Mi Barrio”, debe ser entendida como un Servicio de Patrullaje proactivo que trabaje en todos estos aspectos y que además propicie generar Cultura de Seguridad Ciudadana, para que cada ciudadano sea consciente del rol que le corresponde en la sociedad para mejorar los niveles de seguridad y convivencia pacifica, pero no engañemos a la sociedad ni subestimemos a nuestros efectivos policiales, en nuestra Policía Nacional del Perú existen Policías (hombres y mujeres) deseosos de participar de estas nuevas experiencias, algunos de ellos con amplios conocimientos prácticos en la aplicación de la metodología proactiva que deben ser convocados como Instructores y capacitadores; si esto no es así, si no se cuenta con una verdadera voluntad de cambio en la Policía Nacional, si no se hace una selección previa, si no se facilitan a los integrantes de nuestra Policía de los instrumentos y de más habilidades para poder desarrollar esa tarea, para entender la diferencia, para entender que también se necesitan formas diferentes de ver las cosas y de trabajar con personas que posiblemente tengan que entender muchas cosas que desconocen, no se lograrán mejores resultados que de los hasta hoy existentes. El esfuerzo de la Policía Nacional del Perú tiene que pasar por eso. La formación y la capacitación es muy importante y creo que aún es escasa puesto que estamos frente a un nuevo discurso, el discurso proactivo; un discurso que no tienen aún muchos de los policías que se encuentran día a día en la calle. Traslado mis puntos de vista al Señor Ministro del Interior y al Director General de la Policía Nacional del Perú.


(*) Ex – Defensor del Policía (2005 – 2006). Abogado en ejercicio. Estando en servicio activo en la PNP con el Grado de Coronel PNP fue autor y director del Proyecto “POLICIA COMUNITARIA” de la ciudad de Trujillo – PERU (2003 – 2005), única experiencia de este tipo realizada en el Perú hasta la fecha.

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LA DELINCUENCIA EN ESTOS DIAS

La Situación existente motiva al cambio obligado de los antiguos procedimientos para enfrentar la criminalidad de cara a la Criminología y a la Teoría y Técnicas Modernas de Prevención del Delito

Por:
Enrique Hugo MÜLLER SOLON
Abogado
Ex – Defensor del Policía - PERU (2005 – 2006)
mullerabogados@hotmail.com
brayan1998_20_12@hotmail.com

I. Violencia y Delincuencia
II. Investigaciones Criminológicas
III. Modelos de Intervención en la Prevención del Delito
IV. Las Sociedades tienen los delincuentes que se merecen
V. La Criminalidad evoluciona
VI. La Prevención Social del Delito
VII. La Policía Comunitaria



I. Violencia y Delincuencia

La violencia protagonizada por los que infringen la ley en diferentes partes del mundo y de la cual somos partícipes como receptores de la información que diariamente nos presentan los medios de comunicación no difiere de la violencia que vemos en nuestras ciudades protagonizada por personas cada mas jóvenes actuando solos o en grupos y que en algunos casos muchos de ellos disponen de una vida que podríamos de calificar de normal; si esta situación fuese un fenómeno aislado, se le daría esa consideración, pero al ser repetitivo y con características similares, es un indicativo que estamos frente a una evolución de la delincuencia con características distintas a las de personas infractoras de generacionales anteriores.

Nos llama la atención, la violencia y ensañamiento con las víctimas por parte de sus agresores en su mayoría jóvenes que en algunos casos son elementos integrantes del círculo social donde se supone tienen sus necesidades materiales y formativas mas o menos cubiertas y cuyas familias están aparentemente integradas en la estructura social, pero en donde se pone de manifiesto la necesidad de búsqueda de nuevas experiencias al borde del límite de "no respetar la vida ni la propiedad de los demás". Estos hechos hacen que sea necesario estudiar y seguir de cerca estos casos para establecer las estrategias adecuadas de intervención, ya que no responden al perfil del infractor que antes entendíamos por "común". Las víctimas resultan siendo muchas veces los propios integrantes de su familia, sus vecinos o sus amigos, a quienes se les agravia con delitos que van desde la estafa y el fraude, pasando por el robo o el hurto, los delitos contra el honor sexual, hasta el homicidio. Los autosecuestros no dejan de sorprendernos; todos estos hechos se van tornando frecuentes en el quehacer policial. En Marzo 2008 un sujeto aparentemente normal, religioso, con domicilio y trabajo conocido y hasta estimado por sus propios vecinos había violado y asesinado a una menor de 9 años en su propio domicilio ubicado en una conocida urbanización popular de la ciudad de Lima, intentando luego pretender ocultar el cuerpo de su víctima en una maleta y finalmente entregarse a la Policía. “Asesino de Astrid le confesó a su tío”: http://www.larepublica.com.pe/component/option,com_contentant/task,view/id,211995/Itemid,/

De aquel joven delincuente con un dramático antecedente de abandono y desamparo moral y material con ingresos diversos en albergues o reformatorios pero que mantenía ciertos principios de disciplina ante los sistemas coercitivos formales, al joven psicópata perverso y agresivo de nuestros días, “cuánta agua ha corrido bajo el puente” desde aquella época, un tanto lejana, veinte años, veinticinco años, hoy en día las cosas han cambiado dramáticamente. Los albergues tutelares no regeneran a los jóvenes infractores ni las cárceles resocializan a los condenados.

II. Investigaciones Criminológicas

Los hechos actuales llevan a la reflexión y al encuentro obligado en primer lugar con la Criminología interesada permanente en tratar de explicar las razones de las conductas delictivas, investigada a través de los años por los Criminólogos mas importantes, desde la Escuela Clásica de fines del Siglo XVIII con su principal exponente Francisco Carrara, cuyo principal argumento era sostener que el hombre sabe elegir entre el bien y el mal y si elige el mal lo hace con su libre voluntad y no por efecto de causas sociológicas o patológicas; pasando por la Escuela Positivista con César Lombroso y su teoría de la existencia del “Delincuente Nato” (el delincuente nace no se hace), la Criminología Clínica, cuya premisa es que la conducta humana esta condicionada por múltiples factores biológicos, psicológicos y social, sugiriendo la necesidad de averiguar en cada caso, cuales de estas circunstancias hacen que la persona cometa un delito; hasta llegar a la Escuela Social que estudia el comportamiento del delincuente bajo un enfoque sociológico y la Escuela Anomica, que tiene como principal punto de meditación a la sociedad y la pérdida de valores de manera colectiva y no precisamente al delincuente como individuo.

Para tratar el problema, no podemos desligar hoy en día ninguna investigación, ningún procedimiento, ninguna técnica, ninguna intervención en materia de prevención del delito, debemos tener en cuenta todos estos estudios socio – criminológicos que son los que realmente de manera profesional son los únicos capaces de orientar esta situación problemática de una creciente criminalidad hacia una solución integral; una mayor presencia policial en las calles, grandes operativos focalizados en los lugares de mayor incidencia criminal, redadas para detener a requisitoriados, etc. no van a reducir por si solos, los elevados índices de criminalidad. Precisamente en el dominio de las investigaciones sociológicas, hoy se admite como válida la influencia del “proceso de socialización” y como tal prevalece la teoría de la "asociación diferencial" del sociólogo norteamericano Edwin Sutherland quien a mediado del siglo XX, plantea la asociación de "personas que están más alejadas del cumplimiento de la norma, y que tienden a identificarse valorando positivamente su incumplimiento". Según este autor, el proceso de socialización o de asimilación cultural es el mismo para el delincuente que para las demás personas, lo que sucede es que el sujeto deviene en delincuente porque no tiene ante sí un modelo anticriminal. De manera más general, cada individuo asimila invariablemente la cultura del medio en que vive, a menos que otros modelos no vengan a oponerse a esta cultura. Es decir que la formación criminal por asociación no se adquiere únicamente por imitación sino también mediante los otros mecanismos presentes en todo proceso de formación, pero susceptibles de ser reformados. “Ladrones Profesionales” http://www.usc.es/cpoliticas/mod/resource/view.php?id=874


III. Modelos de Intervención en la Prevención del Delito

En segundo lugar, ninguna intervención en materia de prevención del delito puede dejar de lado importantes estudios vinculados sistemicamente a los cuatros grandes modelos investigados hasta ahora para prevenir el delito y que se basan en los estudios realizados internacionalmente por investigadores sociales y criminólogos: 1. La Prevención Social del Delito (orientado a interrumpir la carrera delictiva neutralizando los factores de riesgo). 2. La Prevención Situacional del Delito (orientado a disminuir las conductas delictivas reduciendo las oportunidades para que estas se manifiesten). 3. La Prevención Multi – Agenciada del Delito (a través de la Conformación de Consejo o Comités de Seguridad Ciudadana) y finalmente 4. La Prevención Comunitaria del Delito (articulando todas estas estrategias con participación de la comunidad). Desconocer estas nuevas tendencias y modernas metodologías para la prevención del delito por deficiencias en la formación o la capacitación de los integrantes de la Policía, aferrándonos a lo que ya no funciona, bajo egoístas premisas tales como (no se puede cambiar porque esto nuevo no es conocido por la comunidad, no se puede cambiar porque lo actual nos da imagen, no se puede cambiar porque de repente lo nuevo no funciona, no se puede cambiar porque los vecinos van a protestar, no se puede cambiar porque no tenemos personal, no se puede cambiar porque no tenemos como sufragar el costo de lo nuevo, no se puede cambiar porque ya estamos a fin de año o simplemente “deja las cosas como están, el próximo que viene si quiere que lo cambie”, etc.) constituye realmente una negligencia muy peligrosa y riesgosa para el prestigio de una institución que tiene la gran responsabilidad de combatir la delincuencia y de salvaguardar el patrimonio publico y privado. “Modelos Internacionales y Políticas Publicas de Seguridad Ciudadana en Chile durante la ultima Década”. http://csociales.uchile.cl/publicaciones/mad/04/paper01.htm



IV. Las Sociedades tienen los delincuentes que se merecen

Pero continuemos analizando el tema de fondo. ¿Qué diferencias tan importantes en los rasgos de personalidad se han dado de aquel joven delincuente de antaño al de nuestros días?. Este artículo no pretende abarcar la profundidad psíquica ni criminológica del trastorno de personalidad del delincuente, simplemente lograr una aproximación desde la perspectiva del autor con respecto a lo que solemos conocer como el “proceso de socialización”. Aunque sí queda como compromiso, el incursionar en las responsabilidades que nos caben a todos, no sólo a los policías o a los integrantes de los órganos de control social del Estado, sino también a los ciudadanos, a los vecinos de nuestra ciudad en el control y tratamiento interdisciplinario del problema de inseguridad que se viene presentando en sus respectivos barrios de residencia, pero no de la manera empírica como lo viene desarrollando actualmente la Policía, porque eso resulta un engaño y una burla a las expectativas sociales. Claro trabajar de mano con la comunidad haciendo festivales, desfiles, campañas dirigidas con grandes concentraciones, vacaciones útiles, etc. pero sin ningún sustento técnico, solo objetivos estadísticos para justificar trabajos con la comunidad da imagen, ayuda a mejorar las relaciones policía – comunidad, pero no resuelve el problema, la inseguridad se mantiene y la delincuencia se incrementa.

Siguiendo la línea reactiva y represiva de la Policía y de los órganos de control social, los ciudadanos respetuosos de la ley, conscientes de su mejor actitud social, se sienten justificados al condenar el comportamiento del infractor de la ley y exigen socialmente su castigo. Racionalizan su actitud sobre la base de que mientras ellos padecen frustraciones en bien de la comunidad, el delincuente gratifica sus deseos en detrimento de sus conciudadanos. Probablemente desconocen que la delincuencia es una enfermedad de la sociedad y que tiene como caldo de cultivo la misma sociedad, de allí que el francés Alejandro Lacassagne acuñara la frase “Las Sociedades tienen los delincuentes que se merecen” – Teoría Microbiológica del Delito, haciendo referencia a una sociedad que si no se cura adecuadamente de las bacterias identificadas y que son las que le producen mas delincuencia, seguirá incubando y desarrollando nuevos delincuentes en la sociedad. Lacassagne, Alejandro http://www.geocities.com/cjr212criminologia/lacassagne.htm


V. La Criminalidad evoluciona

¿Han cambiado los delitos?, definitivamente sí, ¿han cambiado los modos de operar de la delincuencia?, definitivamente sí; hoy en día es mas violenta, mas sangrienta, existe mayor ensañamiento contra las victimas, nadie está seguro en la calle, ni incluso en su propia casa. Una vecina de la ciudad, ingresaba a su cochera al promediar las 01.30 hrs. después de retornar de una reunión familiar, al abrir el portón de la cochera con el control remoto y proceder a ingresar con su vehículo, no se percató que junto con ella habían ingresado al interior de la casa cuatro delincuentes, que esperaban agazapados en el jardín exterior su llegada, quienes una vez en el interior y luego de cerrar nuevamente el portón, procedieron a amarrarla e inmovilizar a sus dos menores hijos que descansaban en sus dormitorios (el esposo se encontraba de viaje), procediendo luego a sustraer las cosas de valor, las cuales depositaban en el mismo vehículo de la víctima, satisfechos con las pertenencias de valor que estaban robando, solicitaron a su victima entregara todo el dinero que tenia en la casa, ante su negativa, le manifestaron que “por graciosa” le iban a dejar un recuerdo, procediendo a efectuarle diversos cortes en uno de sus brazos, después de lo cual se retiraron en su mismo vehículo, Al siguiente día, la victima recibió una llamada telefónica de alguien que le informaba desde un celular haber ubicado su vehiculo y que si deseaba recuperarlo debería pagar la cantidad de tres mil dólares dándole instrucciones para la entrega del dinero, advirtiéndole amenazadoramente que conocían su casa. “Sin cambios en seguridad”. http://www.peru21.com/Comunidad/Columnistas/Html/2006-02-05/Rospigliosi0450833.html

Podríamos seguir comentando otros hechos, pero la actualidad, la realidad de lo cotidiano, nos releva de tal forma que vuelve casi imposible poder resumir la cantidad de casos que afectan la seguridad de los ciudadanos en el día a día dada la velocidad y crudeza de los acontecimientos. La inseguridad ciudadana, hunde sus raíces desde hace mucho tiempo en nuestro país y nos motiva a procurar encontrar respuestas a tanta agresión, a tanto desprecio por la vida propia y la de los semejantes. Todo nos parece tan distinto, ¿qué ha quedado de aquella vieja estirpe del hombre delincuente de la que nos hablaba Cesar Lombroso?, ¿Qué diferencias sustanciales se han producido dentro y fuera de los llamados Centros de Readaptación Social (Cárceles)? La diferencia se nota en la cárcel misma donde hasta no hace mucho tiempo los códigos de honor se honraban sin discusiones en el sub-mundo de la delincuencia. Una vieja jerarquía se mantenía entre los internos, respetando sin titubeo al mal llamado “Taita” que en la practica tenia un rango superior al mismo interno designado Delegado del Pabellón que estaba bajo su dominio. En este sub – mundo y después del “Taita” el primer lugar de la jerarquía lo tenían los asaltantes con rango de “jefes de banda y narcotraficantes, destacando entre los primeros los mas desalmados, los prontuariados, los que mas cortes tenían en el pecho y brazos, en segundo lugar los homicidas, los ladrones, los estafadores, y por último y, muy en el fondo, los delincuentes sexuales. Hoy esa jerarquía se ha trastocado, se ve impregnada por el poder de la droga que se comercializa al interior del penal, del dinero en el caso de los narcotraficantes o quien tiene dominio sobre la fuerza física (sicarios, homicidas, ajuste de cuentas, venganzas) y resulta que hasta el menos indicado logra un posicionamiento en base al control de esas fuerzas, que inclusive llegan a traspasar los linderos de los penales, para mantener un nivel de operatividad sorprendente, a extremos de planificar y dirigir desde el interior de estos centros de reclusión y readaptación la actividad delincuencial en el exterior (secuestros, robos, extorsiones). Por supuesto que la corrupción en los penales va de mano con estas nuevas formas de vida de los reclusos. “Peligrosas bandas azotan Trujillo”: http://www.todo-peru.com/modules/news/article.php?storyid=209

Ya la edad dentro de la cárcel, es decir la madurez, pasó a ser detalle irrelevante en el control de los pabellones de los centros penitenciarios, ahora un joven con un puñado de años se convierte en el líder negativo de muchos, gracias a su agresividad y alto nivel de violencia y busca el control de las cárceles haciendo uso de su fama intimidatoria. Efectivamente, la violencia que antiguamente se atribuía sólo a los adultos, se extiende ahora a jóvenes de cada vez menos edad, que conforme vemos en otras realidades pero no tan alejadas a la nuestra hasta concurren armados a la escuela y lesionan o hasta matan a maestros o a sus compañeros. Esta violencia ya no es excluyente de las clases bajas sino que es cada vez más recurrente entre jóvenes de clase media. “Presos se enfrentaron por control de Pabellones en el Penal de Lurigancho”:http://www.seguridadidl.org.pe/noticias/delitos/2005/02febrero/09-02d.htm


VI La Prevenciòn Social del Delito

Podemos entonces entender, que se hace difícil evaluar la causa de la criminalidad actual sin observar previamente la dinámica del “proceso de socialización” que rodea a la persona durante su formación desde que nace hasta que llega a la adolescencia, sus influencias ambientales y culturales agresivas, la desintegración familiar, las carencias educativas, las políticas sociales ineficaces, sus estigmas y paradigmas, la drogadependencia, los fenómenos imitativos, la influencia de las malas juntas y otro tipo de estímulos que deberían ser profundamente estudiados por las autoridades, como causa de una respuesta agresiva del individuo contra la sociedad, de la perversidad en su accionar y un total desprendimiento del valor por la vida de sus semejantes, para diseñar eficaces políticas criminales acordes con esta cruda realidad nacional. “Sociedad, Violencia y Delincuencia”: http://www.avizora.com/atajo/colaboradores/textos_enrique_hugo_muller_solon/0006_sociedad_violencia_delincuencia.htm

Es común observar en estos cada vez mas jóvenes delincuentes que ante cada frustración reaccionan con un mayor comportamiento antisocial desmedido (desde lesionar hasta dar muerte a su victima cuando producido un robo por ejemplo, encuentran que la victima no trae dinero o lo que trae consigo no justifica sus expectativas); viven en muchos casos sólo para la satisfacción del placer (robos – hurtos - violación sexual) dando la impresión de encontrarse mucho mejor que los jóvenes socialmente adaptados. Así vemos por ejemplo que un grupo de jóvenes delincuentes al cometer un delito de robo contra una mujer terminan con la violación y hasta la muerte de la víctima. Los casos que vemos, nos muestra que los delincuentes jóvenes son en general bastante propensos a la comisión de estos ilícitos algunas veces asociado a manifestaciones sádicas y violentas, particularmente en las violaciones donde el comportamiento del autor revela que la satisfacción ha sido producida más por la experiencia de la agresión violenta sobre el cuerpo de la víctima que por la significación genital de la conducta (“Asaltan bus y violan a una turista”): http://www.elcomercioperu.com.pe/EdicionImpresa/Html/2006-01-10/impNacional0435769.html

El autor de estos aberrantes hechos conoce las limitaciones físicas y mentales de la víctima actuando con premeditación y actuando sobre ella con una conducta de extrema agresividad en la que no suelen sorprender los detalles de crueldad y sadismo que, en algunos casos, llegan hasta a matar a la víctima. Las víctimas en la mayoría de casos no denuncian estos hechos y sin querer van generando impunidad en este tipo de delincuentes, quienes sabedores de la falta de denuncia en su contra vuelven a cometer el delito, cada vez con mayor frialdad.

Otro de los actos delictivos en pugna en estos tiempos son los denominados “secuestros al paso”. Son características de ésta modalidad la audacia, agresividad, rapidez de la conducta, personalidad insensible, fría y agresiva, donde la víctima se representa como un bien de cambio, una cosa, como un objeto que sirve de medio para lograr otros fines. El desprecio por el valor vida es tan manifiesto que la agresión y hasta el homicidio siempre esta latente en este tipo de delitos. “Conviviendo con el secuestro en el Perú”: http://www.derechopenalonline.com/derecho.php?id=27,314,0,0,1,0

Casi siempre, al menos en el Perú, el encarcelamiento, la ejecución de la pena, el tratamiento penitenciario, con todo lo que ello implica para este tipo de personalidades es simplemente para algunos un “estar”, “un trámite”, “un descanso”, un “reencontrarse con los amigos”, un “seguir aprendiendo”, para otros es “continuar delinquiendo”; para todos esperar con paciencia para luego salir y como en el ejemplo del violador volver a violar a su siguiente víctima con mayor seguridad en si mismo. “El Problema Político Criminal del fundamento y fines de la pena: La Resocializacion, análisis sobre un mito” http://www.amag.edu.pe/webestafeta2/index.asp?action=read&idart=76&warproom=articles


VI. La Policía Comunitaria

Finalmente, nos parece oportuno sugerir que un plan racional para la prevención del delito, a la par de dotar con mayores recursos a la policía, incrementar el número de policías en servicio activo, mejorar sus condiciones remunerativas, incorporar nuevas y mejores tecnologías, capacitar a los policías, etc. deberá incluir necesariamente la tarea de comenzar desde muy temprana edad para evitar que surjan nuevas personalidades delincuenciales, concentrándose en el proceso de socialización que determinan la formación del carácter social adaptado del joven a las normas de convivencia social, o al carácter antisocial o a un estado de delincuencia latente y siguiendo a SOUTHERLAN, debemos partir de la hipótesis de que el comportamiento desviado o delincuencial, al igual que el comportamiento normal o social, es aprendido. Las personas (y en mayor medida los jóvenes cuyo carácter se encuentra todavía en un proceso de formación) al vivir en sociedad se relacionan continuamente con otras personas, pudiendo convivir y relacionarse más a menudo con personas respetuosas de la ley o, por el contrario, con personas cuyo comportamiento no respeta la ley y fomenta la violación de la misma. La conclusión a la que llega SUTHERLAND se puede resumir de la siguiente manera: "el comportamiento y los valores se aprenden en el curso de la vida social y se expresan en sistemas de trabajo, ideas y modos de relación comunes. Esta asociación incide predisponiendo a los sujetos que se asocian, a violar la ley, produciendo un acercamiento a sujetos que ven a dicha trasgresión como positiva. Por ende las acciones ilegales se aprenden, estimulándose las transgresiones por medio de la imitación grupal. Una persona se vuelve delincuente o tendrá mayores posibilidades de delinquir cuando las actitudes positivas frente al comportamiento desviado superan cuantitativamente a los juicios negativos, esto es, porque ha aprendido a definir con más frecuencia una situación en términos de violación de la ley que en términos de respeto a la misma”.

La Policía, las autoridades locales y la comunidad organizada, pueden revertir de alguna forma, los altos niveles de riesgo en que se encuentran los jóvenes catalogados como “infractores potenciales del delito”, esto se logra mediante la estrategia de la Prevención Social del Delito. La Prevención Social del Delito, asume que la criminalidad posee una etiología compleja que responde a profundas causas sociales y empieza por considerar al delito y al delincuente como fenómeno social y como consecuencia del mismo y plantea la necesidad de remover desde la misma sociedad las causas que lo generan y promover la priorizacion de la prevención sobre la represión. La finalidad de esta estrategia es incidir en las causas sociales del delito, tales como las condiciones de vida, la vida familiar, la falta de oportunidades para los jóvenes.

La Experiencia de Policía Comunitaria, mediante un Proyecto Piloto http://policianacionaldelperu.blogspot.com/ en la ciudad de Trujillo – PERU (Años 2003 – 2005) puso de manifiesto la capacidad y potencialidad de la Policía Nacional del Perú, para desarrollar conjuntamente con las autoridades locales, la comunidad organizada y las redes de apoyo, Programas que agrupaban de manera sistémica los cuatro grandes modelos de técnicas de intervención preventiva contra el delito enunciados anteriormente en concordancia con los modernos pensamientos criminológicos de nuestros tiempos; entre ellos: Víctimas Potenciales, Plan de Barrio, Cuadras Solidarias, Escuelas de Seguridad Ciudadana, Infractores Potenciales, Rescatando Valores, Contigo en Tu Escuela, Conversando con los Vecinos, Integración Familiar, Mejorando el Entorno Físico, Vecino Vigilante, Recuperación de Espacios Públicos, entre otros, que pusieron de manifiesto la eficacia del sistema.

Lamentablemente, la Policía Comunitaria fue una Experiencia Piloto conformada por 65 Policías Comunitarios que desafortunadamente no fue apoyada menos comprendida por los altos mandos de la Policía Nacional del Perú; es así que en Abril del año 2005 el entonces Director de la Tercera Dirección Territorial Policial de Trujillo General PNP Octavio Salazar Miranda (Año 2008 Director General de la Policía Nacional del Perú), desactivo la Policía Comunitaria para priorizar el modelo reactivo represivo contra la criminalidad. El autor de este trabajo hace un llamado serio y sistemático para modificar los paradigmas de la seguridad ciudadana y convertir a la prevención social del delito en una importante ruta de navegación, que tenga como prioridad que el Estado, las autoridades locales, la comunidad organizada y la policía detecte y combata los factores de riesgo que favorecen las conductas ilícitas particularmente aquellas ubicadas en el mismo entorno social y familiar del potencial infractor, y asuman la importante función primigenia que les corresponde: proporcionar seguridad y tranquilidad a los ciudadanos en su persona y bienes, lo cual definitivamente no se cumple cabalmente sólo con acciones policiales represivas que si bien es cierto son importantes, pero no solucionan de por si el problema de fondo, la mayor presencia criminal en nuestras calles y cada vez con mas violencia http://policiacomunitaria.blogspot.com/2006/06/sociedad-violencia-y-delincuencia.html.

Finalmente, se debe tener en consideración que si no se adoptan medidas urgentes de acción frente a esta problemática, estamos en un circulo vicioso de consecuencias impredecibles a un futuro mas cercano de lo que imaginamos, porque la violencia crece aceleradamente, la criminalidad es creciente y todos somos víctimas potenciales de la delincuencia. La seguridad ciudadana representada a nivel gobierno por el Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana seguirá siendo entonces una ficción: http://www.avizora.com/atajo/colaboradores/textos_enrique_hugo_muller_solon/0018_ficcion_sistema_nacional_seguridad_peru.htm. HMS

ShaelKoNef dijo...

felicitaciones a la distancia

http://shaelkonef.blogspot.com/2008/11/sin-titulo-sin-palabras.html

Walter Rafael dijo...

Estimados Srs.: En la últimas semanas hemos leído y escuchado los distintos comentarios e indignación que han generado las barras bravas y las pandillas; respondo al llamado que hacen a la sociedad civil para buscar una solución a este problema.
He leído con atención el día de ayer el informe especial del diario La Primera sobre las barras bravas.
Yo, hace un año, hice una demostración para la Municipalidad de La Perla, Callao, de un sistema que bien puede funcionar como una forma de disolver los grupos de barras o pandillas, lanzando Polvo Químico Seco, saturando áreas de 200 m2, donde todos los involucrados quedan pintados de blanco (facilmente reconocibles a donde vayan), pierden la orientación y quedando con sensación de asfixia, siendo obligados a cerrar los ojos y la boca. Este disuasivo puede ser usado por el Serenazgo sin mayor contratiempo, ya que su utilización es inocua para el ser humano.
Asimismo, en Youtube he colgado el video de una recreación hecha por nosotros. UDs. podrán apreciar que mi sistema aborta un secuestro en tan sólo cuatro segundos. Para verlo haga click en esta dirección:

http://www.youtube.com/watch?v=rFq0Aotp2Qo